Desde ahí,
desde abajo,
desde el fondo,
del oscuro silencio que me guarda,
sin sombras ni recovecos que me ayuden a escapar,
aquí como siempre y como nunca... esperando.
Que afán del ser humano de complicarse la existencia,
tener sin ser tenido,
escapando de la nada,
escondiendo sin guarida,
tropezando a voluntad,
redimiendo y volviendo a pecar,
desgarrando, partiendo, mutilando... a sabiendas que es a el a quien mas daña...
Habrase visto tal contradicción?
Que la noche arrope y la luna vele
Hoy los fantasmas no dejan dormir