No soy celestina de causas ilusorias.
Ni sujeto de elucubraciones sin sentido.
Quien dude que no confíe.
Quien confíe que asuma responsabilidades.
No soy celestina de causas que no sean las mías...
Lo demás no me compete y como llega se olvida.
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Me parece muy bien. Al fin y al cabo, si no nos preocupamos más de nosotros que de los demás, la cosa suele acabar bastante mal para nosotros.
ResponderEliminarUn abrazo, Alma Rosa (aunque tenga más de negro o blanco que de rosa)
Marco...
ResponderEliminarEl preocuparnos de nosotros implica responsabilidad en la defensa de nosotros mismos... cuando alguien duda de ti, debe ser nefasto cuando te sabes inocente.
Dejemos los colores... en contrastes :) saludos
Frases perfectas en una apología de la asunción de las propias responsabilidades. Felicidades de nuevo, por tu texto, y su ilustración. Tienes una imaginación desbordante. Me gustaría saber qué experiencia se esconde detrás de este poema. Besos.
ResponderEliminarUrsus Polaris...
ResponderEliminarHay que ser responsables, asì es.
No soy celestina y tampoco alimento curiosidades... lo que està detras de la ocurrencia es una ocurrencia màs de la vida.
Cuìdate... un abrazo
Adolfo Payés...
ResponderEliminarAntes que nada espero que estés bien...
Afortunadamente las letras aquí se quedan y las ocurrencias tambien...
Que bueno que regresas.